Mi experincia con plantillas/estudio de la pisada (*hace 2 años*).
La primera sesión con Quique genial: muy atento y agradable, respondía a todas mis preguntas con paciencia. Incluso me recomendó ejercicios para el pie como alternativa a las plantillas.
Las siguientes sesiones fueron con Antonio.
• Comunicación
Me dieron fecha para ir a recoger las plantillas, pasó el tiempo de espera y nadie me contactaba. Parece que me habían llamado pero yo no lo había cogido. Esperaba que me hubieran llamado más veces o me hubieran escrito por email, es decir, que agotaran todas las vías de comunicación. Igual para las revisiones, esperaba que contactaran ellos conmigo para no tener que estar yo pendiente del calendario pero al final tenía que estarlo y contactar yo con ellos.
• Trato
Por otra parte, me decían que para cualquier problema o duda, que les dijera. El caso es que iba a la clínica y cada vez que les preguntaba algo sentía que molestaba, como si debiera saber ya las cosas.
Por ejemplo, una vez me dijeron que se podía poner un forro (una capa extra) a la plantilla para hacerla más blandita y cómoda, que me dijeron que se podía quitar si no iba bien. No fue bien porque no notaba mejora respecto a la versión sin forro. Pregunté entonces si se podía quitar y parecía que les estaba ofendiendo con tal pregunta... si me habían dicho que se podía quitar! Estas situaciones me hacían sentir un poco mal.
• Expectativas/resultado
Las plantillas me ayudaban a soportar el arco del pie. A veces las notaba duras aunque dependía de en qué calzado las metiera. Si este tenía una base blandita, no pasaba nada, estaba bien.
En conclusión, no dudo de sus conocimientos pero trabajaría la comunicación. Tanto de clínica a paciente como de doctor/a a paciente. Que yo como paciente tenga las cosas claras y pueda decidir mejor.