DOLOR EN LA PLANTA DEL PIE

Pie plano

El pie plano se caracteriza por una disminución en el arco de la parte interna del pie. El arco plantar se desarrolla en la infancia, por lo que es normal tenerlo aplanado hasta los cuatro años. A partir de entonces, es cuando se recomienda realizar una revisión en el podólogo.

Signos y síntomas

Por lo general, esta patología no suele causar dolor, por lo que es preciso señalar que las personas que padecen pie plano no suelen presentar signos ni síntomas propios. Sin embargo, sí que puede ocasionar molestias en tobillos y rodillas por la deformación que provoca en las piernas.

Por otra parte, también pueden aparecer dolores musculares, ya que un peso considerable hace que el arco se aplane y  sobrecargue así a los músculos, haciéndoles realizar más trabajo para elevar el arco.

Tratamiento

En el caso de que el pie plano produzca dolor, sería necesario un tratamiento con plantillas a medida que deberá ser pautado por un especialista. Esto ayudaría a disminuir las molestias y dolores, así como a mejorar la marcha.

Pies cavos

El pie cavo se caracteriza por presentar un arco plantar más mayor de lo normal, es decir, más elevado. Son producidos generalmente por una retracción de la musculatura posterior.

Signos y síntomas

Los pies cavos se caracterizan por ir acompañados de una retracción de la musculatura y,  por poder presentar dedos en garra con el paso del tiempo.

Es característico de esta patología que haya un aumento de la carga en el antepie,  por lo que el desarrollo de hiperqueratosis (durezas) y callos plantares (heloma plantares dolorosos) es habitual. También, es frecuente que se desarrolle una inestabilidad en el tobillo, provocada por la inestabilidad de la propia marcha.

Tratamiento

El tratamiento irá enfocado a la realización de ejercicios de estiramiento, con el fin de disminuir la retracción muscular y potenciar la musculatura. Se deberá, a su vez, combinar con el uso de unas plantillas ortopédicas personalizadas, que disminuirá la sobrecarga que sufren este tipo de pies.

Metatarsalgía

La metatarsalgía se caracteriza por dolor e inflamación en las cabezas metatarsales, localizadas en la zona plantar de los dedos.

Signos y síntomas

Estos síntomas son producidos por un aumento de la presión y sobrecarga continuada, que provoca que la zona se inflame y termine por ocasionar dolor. Generalmente, se produce por un desequilibrio en las cargas que afectan al pie en la marcha. El dolor se caracteriza por desaparecer en reposo aunque en muchas ocasiones cuando está muy avanzada duele tan sólo al poner el pie en el suelo.

Debido al envejecimiento que sufren las almohadillas plantares con el tiempo, estas amortiguan peor las cargas, produciendo así inflamación y dolor en la zona metatarsal.

Suele ser más frecuente en personas que realizan deportes de alto impacto y también por llevar calzado inadecuado (tacones), pues provocan un aumento de carga en la parte delantera del pie.

Tratamiento

El tratamiento de selección se basará en reducir la sobrecarga de la zona del antepie con el uso de una plantilla que contendrá una pieza que disminuya la presión que se ejerce en la zona. Por otro lado, también podremos realizar infiltraciones locales con corticoides que nos ayudarán a disminuir el dolor instantáneamente. El uso de calzado adecuado es fundamental para su prevención.

Fascitis plantar

La fascitis plantar es considerada una inflamación de la fáscia plantar, estructura que recorre toda la planta del pie, que se origina en el hueso del talón e inserta en la zona metatarsal cercana a los dedos.
Es un elemento fundamental en la marcha, ya que sostiene nuestro arco plantar. La fascitis es producida por un exceso de tensión en la misma o por sobrecarga.

Signos y síntomas

Normalmente, el dolor está localizado en el talón aunque se puede extender hacia la parte delantera de la planta del pie. Se caracteriza por ser más intenso por las mañanas debido a que es cuando la fáscia se encuentra más acortada (después de un periodo largo de reposo). Después de la actividad, suele cesar.

Existen diferentes causas que pueden provocar el desarrollo de la fascitis: la obesidad, el deporte de impacto, la retracción muscular, el uso de calzado inadecuado… Sin embargo, las más importante son las  alteraciones en la biomecánica del paciente que repercuten en la fascia plantar.

Tratamiento

El tratamiento en el caso de la fascitis plantar va enfocado a desinflamar, por lo que los AINES y el reposo serán tratamientos de primera mano. Será importante realizar ejercicios de estiramiento (de gemelo, fascia y tendón de Aquiles), combinados a su vez con el uso de una plantilla,  que será fundamental para disminuir el dolor equilibrando las cargas que soporta el pie y disminuyendo la tensión.

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