PIE DIABÉTICO

El pie diabético es un problema importante y habitual en personas que padecen diabetes.

Suele aparecer a partir de los 60 años y en personas que llevan cursando la enfermedad entre diez y quince años, por lo tanto podríamos considerarlo como una aparición tardía. Es un problema grave ya que el riesgo de amputación es elevado.

El riesgo de amputación en un paciente diabético es 15 veces superior a un paciente que no padece la enfermedad.

Neuropatía diabética

La neuropatía diabética afecta al 25% de los pacientes con diabetes. Consiste en un daño de los nervios debido a niveles elevados de glucosa en sangre en personas diabéticas. Las personas que padecen esta enfermedad con años de evolución y un mal control de los niveles de glucosa son más propensas a padecer neuropatía diabética.

Hay varios tipos de neuropatía diabética, pero la más predominante es la Polineuropatía distal y simétrica. Este tipo predomina en extremidades inferiores ( piernas y pies), teniendo una afectación de carácter sensitivo-motora. Los síntomas predominantes de esta neuropatía son sensitivos, pudiéndonos encontrar dos casos:

Exceso sensorial

  • Parestesias (hormigueo)
  • Dolor nocturno (que mejora al caminar)
  • Alodinia (percepción anormal del dolor).

Defecto sensorial

  • Hipoestesias (pérdida de la sensibilidad ante el dolor, la temperatura, etc)
  • Arreflexia (ausencia de reflejos)
  • Ataxia (pérdida de control en los movimientos).

¿Cómo detectamos un pie de riesgo?

  • Pacientes que llevan padeciendo la enfermedad mucho tiempo.
  • Contexto psicosocial desfavorable.
  • Signos clínicos de artropatía y/o neuropatía.
  • Antecedentes de lesiones en el pie.
  • Pies mal cuidados.
  • Edad avanzada.
  • Presencia de retinopatía y/o nefropatía.
  • Cardiopatía.
  • Hipertensión arterial.

Las personas con diabetes son propensas a tener problemas en los pies (aproximadamente a los 15 años de padecerla) a menudo debido a una combinación de mala circulación y daños en los nervios. Una mala circulación puede retrasar la curación y aumentar los riesgos de infección. El exceso de glucosa y la mala regulación de ésta es la principal característica que presenta un enfermo de diabetes. Esto provoca que los procesos infecciosos se extiendan más rápidamente y que se ralentice la circulación.

De este modo, el principal riesgo que corren las personas diabéticas es sufrir úlceras en sus pies. Si no se trata, las lesiones menores en el pie pueden causar ulceración e incluso tener 15 veces más riesgo de amputación de un miembro. El daño en los nervios de las piernas y los pies provoca una perdida de la sensibilidad en la piel, lo que dificulta detectar el dolor y los cambios de temperatura. Una herida leve o arañazo en su pie puede infectarse simplemente porque no sabe que está allí.

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