El pie de atleta, también conocido como «Tiña Pedis» es una infección dérmica causada por hongos. Este suele aparecer en los espacios interdigitales (entre los dedos).

Signos y síntomas

Este tipo de infección fúngica está directamente relacionada con el exceso de sudoración. La zona se aprecia macerada, enrojecida y el paciente refiere picor y/o escozor.

El uso de zapatos con poca transpiración y la hiperhidrosis hacen que el ambiente sea cálido y húmedo, lo cual se vuelve muy atractivo para este tipo de microorganismos.

Los callos y piel dura son uno de los problemas más comunes que ven los podólogos. Otros nombres para callos y piel dura son hiperqueratosis, claves, heloma y tilma. En la mayoría de los casos, la piel áspera y seca es antiestética en lugar de dolorosa. Sin embargo, la irritación puede conducir a callos que pueden ser dolorosos y difíciles de eliminar. La piel se ha engrosado para resistir la presión. Un callo generalmente se refiere a un engrosamiento más difuso de la piel. Son más comunes en los dedos de los pies, pero pueden ocurrir debajo de la planta del pie, mientras que un maíz es un área más gruesa más focal. Son más comunes en los dedos de los pies. Un maíz puede ocurrir debajo y estar rodeado de callos.

Demasiada presión puede deberse a causas tales como:

• Calzado inapropiado, es decir, calzado ajustado.
• Deformidades óseas, como dedo del pie martillo: la articulación del dedo en martillo es un área para aumentar la presión.
• Prominencia ósea.
• Anomalías biomecánicas o de la marcha que causan presión debajo de diferentes áreas de las plantas de los pies (esta es una causa común de callos).

Como hay toda una gama de problemas que pueden dar como resultado un maíz o un callo, a menudo es bueno considerar que no son realmente una condición en absoluto, sino un síntoma de una afección subyacente.

Signos y síntomas

Los callos suelen ser de color amarillo, redondos u ovalados, pero más grandes que los callos. A menudo tienen líneas estriadas en su superficie y se vuelven vidriosas con el tiempo.

Muchas personas tienen una piel seca, dura y áspera en sus pies que no causa ninguna molestia. Sin embargo, estas áreas pueden ser antiestéticas y pueden causar callos y callos, que son muy dolorosos y difíciles de eliminar.

Los callos, también llamados heloma, son áreas engrosadas de la piel que se forman en respuesta a una intensa presión y fricción. Se forman para proteger la piel y las estructuras subyacentes de daños o lesiones. Los callos aparecen como un engrosamiento córneo de la piel en los dedos de los pies. Este engrosamiento aparece como una masa en forma de cono que apunta hacia abajo en la piel. Los callos duros generalmente se localizan en la superficie externa del dedo pequeño del pie o en la superficie superior de los otros dedos, pero pueden ocurrir entre los dedos.

Causas:

• Calzado apretado.
• Deformidades en los dedos de los pies, como los dedos de los pies en martillo; la parte superior del dedo en martillo es un área donde se aumenta la presión.
• Prominencias óseas.
• Anomalías biomecánicas o de la marcha que causan presión bajo diferentes áreas de la planta del pie.

Signos y síntomas

Los callos suelen ser duros y circulares, con un centro ceroso o translúcido. Presionan en las capas más profundas de la piel que pueden volverse dolorosas o ulceradas en respuesta a la fricción persistente. Los callos siempre ocurren sobre una prominencia ósea, como una articulación.

La bromhidrosis es lo que conocemos como «mal olor de pies» y está directamente relacionada con el exceso de sudoración, también conocido como hiperhidrosis.

Lógicamente, la falta de higiene incrementa la intensidad del olor, pero hay otras causas que producen este problema a personas que tienen una higiene adecuada.

Para afrontar esta situación, lo principal es consultar al podólogo para que realice un tratamiento adecuado.

Es necesario tener en cuenta algunas cosas para prevenir y/o reducir este problema:

• Usar chanclas en lugares públicos para evitar infecciones.
• Controlar la sudoración con productos antitranspirantes.
• Mantener una buena higiene.
• Comprar zapatos de materiales adecuados (a ser posible piel) y con una correcta transpiración.

Las verrugas plantares, comúnmente conocidas como «papilomas» son unas tumoraciones benignas causadas por el Virus del Papiloma Humano (VPH). Estas están directamente relacionadas con el estado inmunitario de la persona, por lo que la inmunodepresión del organismo hace más propensa la aparición de la verruga plantar.

Las encontramos en la piel, afectando únicamente a la capa de la epidermis. Su aspecto es similar a los callos y durezas que aparecen en la planta de los pies pero, a diferencia de estos, suelen aparecer en zonas en las que no hay presión.

Signos y síntomas

Este tipo de verrugas rompen la uniformidad de las líneas de la piel. Suelen ser redondas, dolorosas al pellizcamiento y en ellas se pueden apreciar unos puntos negros muy pequeños, conocidos como «papilas».

Se contagian por contacto físico directo. Es más común en niños y adolescentes porque están más expuestos al virus en colegios, gimnasios, piscinas…

Tiene un periodo de incubación de 1 a 6 meses y es más fácil que aparezca cuando la piel se encuentra más vulnerable (cortes o heridas, exceso de sudoración, etc).