¿PARA QUÉ SIRVEN LAS PLANTILLAS?

 

 

Las plantillas se usan por muchas razones: para corregir la biomecánica, la distribución del peso corporal, para equilibrar la marcha, incluso nos ayudan a  mejorar en actividades deportivas o para evitar lesiones.

 

Debes saber que las plantillas son como las gafas, sin ellas puedes ver pero de una manera no del todo correcta. Esto también sucede con las plantillas, puedes caminar pero tu marcha no será del todo eficiente o correcta.

 

Como sabemos, hay muchas lesiones relacionadas con una marcha incorrecta, como condromalacia rotuliana, esguinces de tobillo, dolor de lumbares y mayor posibilidad de desarrollar otras lesiones como desequilibrio muscular, rotura de meniscos, etc.  Podemos prevenirlas con las plantillas adecuadas.

 

Los puntos más importantes que debes saber sobre las plantillas son las siguientes:

– Personalizadas: las plantillas deben adaptarse a cada persona, cada pie es único. Un par de plantillas no será adecuado para dos personas distintas. Deben adaptarse a sus pies de manera perfecta.

 

– Estudio: la forma de la plantilla debe ser consecuencia de un estudio biomecánico, habiendo comprobado y estudiado todos los movimientos incorrectos e intentado mejorarlos con las plantillas.

Los materiales que  más usamos son:

Polipropileno;

– Ligero

– Lavable

– Discretamente elástico

– Proporciona estabilidad

– Buena corrección de la biomecánica.

– Buena resistencia a la tracción.

– Buena resistencia al desgarro

– Alta

– Resistencia al impacto

– Temperatura máxima de termo-conformado deformación restante por encima de 100ºC. Está indicado en patología cuando desea realizar alguna corrección significativa, por ejemplo para niños, cuando necesita más control (pie plano) y para deportistas ya que aporta la estabilidad necesaria.

EVA:

– Muy ligero

– Lavable

– Baja absorción de agua

– Fácil de cortar y pegar

– No tóxico

– Buena estabilidad

– Corrección media de la biomecánica.

El EVA cuanto más duro, más soporte mecánico. Si elige una plantilla de baja dureza, realizará una función de mayor amortiguación.

 

– Fácil adaptación

– Gran capacidad de absorción y amortiguación.

– Baja deformación restante

– Máxima comodidad

– Máxima absorción de energía.

Tratamiento de papilomas con Láser

 

¿Qué son los papilomas?

Las verrugas plantares, comúnmente conocidas como papilomas, son unas tumoraciones benignas causadas por el Virus del Papiloma Humano (VPH). Están directamente relacionadas con el estado inmunitario de la persona, por lo que la inmunodepresión del organismo hace más propensa la aparición de la verruga plantar. Se caracterizan por causar dolor al pellizco. Es una prueba que nos permite descartar otras patologías, ya que en muchas ocasiones puede confundirse con un callo por su apariencia.

Se pueden apreciar unos puntos negros muy pequeños, conocidos como papilas.

Se contagian por contacto físico directo y tiene un periodo de incubación de 1 a 6 meses. Es más común en niños y adolescentes porque están más expuestos al virus.

Existen diferentes formas de tratar los papilomas, a través de tratamientos quirúrgicos, químicos o antivirales. En este caso, hablaremos del tratamiento Láser, considerado una de las mejores opciones para tratar esta patología, sin embargo, siempre tiene que haber sido valorado previamente por un especialista que escogerá la mejor opción para cada paciente.

Primero se anestesiará la zona con anestesia local, por lo que al aplicar el láser en la zona no provocará ningún tipo de dolor al paciente. Consiste en un láser de alta potencia que garantiza una penetración profunda en los tejidos, bioestimulando y acelerando los procesos de curación y regeneración de los tejidos. Este tipo de tratamiento nos permite acabar con la verruga plantar en una única sesión, a diferencia de otros tratamientos en los cuales se necesitan muchas más ya que son menos efectivos.

SINDROME DE LA BANDA ILIOTIBIAL O SINDROME DEL CORREDOR

El síndrome de la banda iliotibial es una lesión muy frecuente entre los pacientes, sobre todo en personas corredoras, ciclistas y otro tipo de deportistas.

 

La cintilla iliotibial es un tejido que forma parte del músculo tensor de la fascia lata, que se origina en la cadera y se inserta en la zona lateral de la tibia. Se encarga principalmente del movimiento hacia afuera de la cadera y de la estabilización de la rodilla.

 

Aunque es una patología que se desarrolla con el paso del tiempo, se caracteriza por la inflamación, lo que provoca un dolor punzante y molesto en el paciente.

 

El dolor suele aparecer al poco de comenzar a correr en la zona lateral de la rodilla, interrumpiendo la actividad y haciendo que se tenga que detener, desapareciendo la molestia en reposo.

 

Cuando es más grave, suele aparecer justo al realizar la actividad y no cesa en reposo.

 

Esta patología se produce por el roce repetitivo entre el tendón de la banda iliotibial y el epicóndilo externo del fémur.

 

Las causas que pueden desencadenar esta patología son:

–              Exceso de pronación (volcar los pies hacia adentro).

–              Piernas arqueadas (genu varo).

–              Posibles dismetrías (un miembro mas corto que otro)

–              Tener un epicóndilo muy prominente.

–              Acortamiento de la banda iliotibial.

–              Realizar deporte intenso no de manera habitual.

–              Realizar deporte de forma incorrecta y más de lo indicado (mala técnica de carrera)

–              No realizar estiramientos pre y post actividad.

–              El uso de calzado inadecuado.

–              Practicar deporte sobre terreno inadecuado.

 

 

El tratamiento para esta patología por parte del paciente consistirá en la aplicación de hielo y el cese de la actividad por unos días. También, es recomendable contactar con un especialista para que este pueda diagnosticar y pautar el tratamiento idóneo,

que constará de masajes de relajación muscular, así como ejercicios de potenciación muscular.

 

Por otro lado, será muy importante corregir la biomecánica del paciente en el caso que esté indicado por el profesional: una mejora en la técnica de carrera, evitar el exceso de pronación, consejos sobre qué tipo de calzado usar…Todo ello podrá disminuir el dolor y facilitar que el paciente se incorpore de nuevo a su actividad deportiva habitual.